El Reporte de Breetai: ¿Por qué depender de canales infantiles para ver anime joven-adulto?

Una de las características de este blog, es la constante petición de animación japonesa por parte de quienes aquí comentan. Siempre que se habla de algún canal orientado al público infantil, bien sea Cartoon Network, Nickelodeon o DisneyXD, nunca falta quien, de manera muy insistente, exprese su deseo de poder ver anime en dichas señales televisivas. Y tal vez no sería tan extraño si no fuera porque, en su gran mayoría, quienes solicitan este tipo de programación son aquellos que no dejan de argumentar que estas producciones poseen contenido adulto.

Si bien es cierto que en otros tiempos el anime ha tenido gran cabida en estos canales, y se ha ganado la popularidad de muchos jóvenes precisamente por contar con horarios principalmente orientados a niños (en el caso de las televisoras locales), también es bueno recordar que ha sido precisamente por ello que para mucha gente, este tipo de programas no pasan de ser series infantiles, por muy maduro que sea su argumento o por muy gráfica que sea la violencia presentada en algunos títulos, amén de poner en el tapete el tema de los contenidos inadecuados por parte de las asociaciones de padres y representantes.

Y es que, si bien el apoyo en tiempos pasados por parte de canales especializados fue bastante satisfactorio para los fans, hay algo que no se puede pasar por alto, y es el hecho de que, independientemente del éxito obtenido en ellos, este tipo de medios no son los más propicios para su emisión, al menos no para los títulos de mayor rango.

Si tomamos como ejemplo la televisión norteamericana, podremos ver cuales son las consecuencias de emitir anime para audiencias infantiles: grandes dosis de censura, ediciones digitales y cambios de diálogos con el fin de no incumplir las leyes de contenidos mediáticos y no meterse en problemas con las autoridades ni con los padres de familia. Esto en menor grado ocurre en nuestra región, donde algunos canales han debido cortar y censurar escenas con el fin de evitar represalias.

Sin ir muy lejos, Cartoon Network, un canal que en otros tiempos apostó por la diversidad de audiencias y la trasgresión, debió eliminar bloques especializados como Toonami y Adult Swim debido a las constantes quejas de asociaciones de padres y demás guardianes de la moral, pese a que a diferencia de otras estaciones del ramo, el canal cumplía con asignar horarios acordes y colocar advertencias con el fin de dar a entender que se trataba de segmentos para un público adulto.

Como sea, el anime ha sido centro de controversias en ese sentido. Las quejas por su no emisión en este tipo de canales son cada vez más, pero dadas las razones anteriormente expuestas, cabe preguntarse, ¿No sería mejor esperar a que otro tipo de cadenas sean quienes se encarguen de estas series?

Pero la cosa no es tan sencilla como pareciera ser. Aunque en los últimos años algunos canales, como los del grupo HBO, han apostado por la animación japonesa, su penetración en el público adulto en general ha sido mas bien tímida. Otros como Movie City (en especial CityVibe) han dado pequeños pasos en la emisión de producciones cortas, tales como Baccano, Devilman Lady o Prince Demon Enma. Incluso The Film Zone llego a emitir varias de las películas de la saga Lupin III a principios del presente siglo. Para algunos, este tipo de cadenas podrían ser la plataforma idónea para la emisión de títulos de gran envergadura, y más luego de la desaparición de iniciativas como Locomotion o Animax.

Sin embargo, aún no se ha logrado establecer un mercado serio en Latinoamérica en lo que al anime se refiere. Si bien el fandom ha logrado extenderse y hay muchísima gente a la expectativa de nuevas iniciativas que puedan permitir un fácil acceso a este material, todavía existe mucha inmadurez, esto en gran parte debido al enfoque que muchos jóvenes le dan actualmente a todo lo relacionado con la animación japonesa, privilegiando el factor otaku por sobre la afición en sí, cosa que ha resultado perjudicial en lo que respecta a la manera en que mucha gente ve a estas producciones.

Esto genera dos cosas: la falta de interés a nivel masivo por parte de la industria local del entretenimiento, y el estancamiento del anime en la región, el cual sigue siendo remitido a un público infantil, y por ende, a canales especializados en contenidos para niños, lo que termina por crear el hábito en los fans de solicitar este tipo de programas a dichas cadenas.

Pero, ¿habrá alguna manera de cambiar este panorama? En realidad, todo se debe a una cuestión de actitud y de darse cuenta de la gran ironía que significa solicitar contenidos adultos a cadenas principalmente orientadas a niños. Si bien es cierto que algunos títulos de anime, tales como los pertenecientes al género dueling (Pokèmon, Yu-gi-oh!, Beyblade, etc.) o las muy populares series de pelea al estilo Naruto o Dragonball pueden estar acordes con el target de estas plantas televisivas, también es necesario detenerse a pensar en otras opciones a la hora de pedir la emisión de contenidos más maduros. No podemos seguir pretendiendo que un canal como Nickelodeon o Disney XD emita series al estilo de Rurouni Kenshin o Escaflowne, y menos aún que estas sean emitidas sin cortes de censura.

Es necesario que la afición se haga notar ante las grandes empresas televisivas, y dar a entender de una buena vez por todas que, así como existe animación japonesa orientada a niños, también existe un gran segmento de ella cuyo target principal es el de los jóvenes y adultos. A fin y al cabo, es gracias a dicho segmento que el anime se hizo tan popular en todo el mundo.

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